La dieta mediterránea, coloca a los cereales en su base, como parte fundamental en una alimentación sana.
Los enfermos celíacos tienen limitado su consumo de cereales a aquellos que no tienen gluten (arroz y maíz fundamentalmente) pero una dieta sin gluten, además de ser cara y de poca variedad, es deficitaria en muchos nutrientes.
Es por ello que cada vez se investiga más en otros cereales sin gluten (como el mijo, sorgo, teff,…) y en el desarrollo de alimentos aptos para celíacos más completos nutricionalmente.
Por este motivo queremos compartir la noticia publicada el pasado 12 de abril de 2014 en el diario El País y la cual adjuntamos.
Porque, como bien se puede leer en la noticia, no aporta ningún beneficio retirar el gluten de la dieta en personas a las que no les ha sido diagnosticada la enfermedad celíaca: “Sin gluten no quiere decir más sano”, puede provocar carencias nutricionales en el organismo.